lunes, 12 de octubre de 2015

Nos hemos vueltos tan viciados al internet que no podríamos vivir sin nuestros móviles, ordenadores... Y parece que todo lo que hacemos lo tenemos que enseñar a los demás, aún sabiendo que no les importa. No nos damos cuenta que cada vez estamos más atentos a lo que pasa en las redes sociales que a lo que pasa delante nuestra, nos fijamos en lo que tienen los demás y no apreciamos lo que tenemos nosotros... Muchas veces cuando voy andando o estoy en algún bar veo que muchos no van mirando al frente, miran hacia abajo, hacia el móvil. O en un bar, de vacaciones, una vez vi a una familia que estaban ahí, y realmente me sorprendió y a la vez me entristeció, porque no estaban hablando entre ellos, uno con el móvil, otro con el ordenador, con el iPad... En serio, ¿vamos a dejar que afecte a cosas tan simples? Cosas tan simples como pasar un buen rato en familia en ved de estar cada unos con su móvil. Si seguimos así, llegaremos a no hablarnos en persona pero si por whatssap, con todos. Un poco triste, ¿no?